EL SABOR DE LAS CICATRICES

Después del fuego lento, llegan las cicatrices.

Y no para doler, sino para contarse.

En este segundo volumen del universo Canela, el niño que conocimos entre aromas y silencios vuelve, ahora convertido en un hombre que se atreve a mirar atrás sin bajar la cabeza. El sabor de las cicatrices no es una continuación, sino una consecuencia. Un viaje hacia la memoria, la dignidad y el perdón.

Entre los pasillos de los centros tutelados, las cocinas que olían a cebolla y canela, y los silencios donde se escondían los miedos, el autor reconstruye su infancia desde la verdad más cruda, pero también desde la ternura. Cada página late con humanidad y justicia poética.

Es una obra de supervivencia emocional y de redención, donde el dolor se transforma en palabra, y la palabra en refugio.

Un libro que no busca gustar, sino quedarse dentro.

Porque nombrar lo que dolió, también es sanar.